19 de marzo de 2025

Seis variables clave para que avance la lista a de espera quirúrgica

Jorge Galleguillos Möller

Gerente General de GesNova Salud.

Cuando hacemos el análisis de la lista de espera quirúrgica es muy relevante tener en consideración una serie de variables que van más allá de solo tener recursos disponibles para poder gestionarlas.

En primer lugar, es esencial tener a disposición los “Datos del Paciente”. Aquí podemos tener el primer problema, ya que los hospitales se basan en la información que poseen en su sistema y que no necesariamente está actualizado si es que el paciente tiene mucho tiempo en espera. Lo óptimo es acceder a los datos de la Atención Primaria de Salud (APS), donde comúnmente están más al día. Para esto, lo ideal es tener integración entre los sistemas con un MPI o un Maestro de Pacientes en su sigla en inglés, cuyo objetivo es alimentarse de distintas fuentes y tener una sola base de datos.

La segunda variable clave es la “Contactabilidad”: Las primeras gestiones se realizan en forma telefónica y de ser necesario se irá al domicilio del beneficiario. Esto implica tener disponibilidad de transporte y profesionales para concurrir al hogar del paciente, algo que sabemos es escaso en un hospital, más aún con la diversidad de funciones asistenciales que existen. Por lo tanto, sería ideal poder externalizar esta función y pagar por paciente contactado, no dependiendo así de los medios del hospital, bajo un esquema de servicio externo licitado.

Si a esta ecuación le añadimos a los hospitales que tienen jurisdicción de pacientes territorialmente aislados, el problema se complejiza aún más, por lo que debiera haber una mirada global, donde se haga partícipe a las APS, que tienen más contacto y cercanía con los beneficiarios gracias a su mayor distribución geográfica.

La tercera variable es “Pacientes listos y disponibles”: Esta instancia es absolutamente clave. Se trata de la gestión prequirúrgica, es decir, tener el check list donde se verifica que se cumplan todas las condiciones para la intervención, como exámenes, pases cardiológicos, entre otros. Esto va más allá de un software, si no que se refiere a la gestión de los medios para asegurar el éxito y que efectivamente se pueda realizar la cirugía. .

La cuarta variable son las “Características de la Cirugía”: Se trata de tener una mirada transversal respecto de las cirugías de lista de espera, las cuales son vistas a nivel de especialidad o servicio. A modo de ejemplo, un jefe de traumatología tiene que ver cómo dar solución a la lista de espera de su área. Si bien existe una mirada de “red”, de todos modos está limitado a los profesionales disponibles. Esto se agrava si estamos en una región más aislada, por lo que existen cuatro posibilidades: Contratar para que se resuelva fuera de horario, enviar al paciente a otra región con las coordinaciones correspondientes, externalizar en un prestador privado o hacer operativos médicos para traer especialistas a la región para ese propósito.

También se debe considerar la distribución horaria de los profesionales: Cuánto tiempo le dedica a CAE,  a cirugías u otras actividades, por lo tanto, ante una alta demanda, se debe priorizar, teniendo en cuenta todas las implicancias.

Como quinta variable está la “Priorización del uso de los pabellones”: La primera prioridad, por cierto, deben ser las urgencias, luego el GES y finalmente por antigüedad. Este último criterio no necesariamente ocurre, ya que muchas veces los pabellones están distribuidos por servicio (traumatología, oftalmología, etc.), por lo tanto, cada servicio trata de dar solución dentro de su horario asignado a pabellón, esto implica que podría tener los especialistas con horario disponible, pero sin pabellón.

Y finalmente tenemos la sexta variable, que son los “Pabellones Tripulados”: Este concepto hace referencia a que se debe garantizar al equipo o “tripulación” del Pabellón cada vez que el médico cirujano se disponga a operar. Esta “tripulación” está integrada por el anestesista, la arsenalera y todos los profesionales que deben estar en un pabellón al momento de una cirugía. Si bien la primera opción siempre será impulsar los equipos internos, contratar externamente un “Pabellón Tripulado” puede resolver inconvenientes de coordinación entre la agenda de los profesionales y la disponibilidad de pabellón.

 

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