La educación es una tarea colectiva.
Tras los años de educación a distancia producto de la pandemia, hemos podido ver cómo los aprendizajes de los y las estudiantes y su capacidad para convivir sanamente se han visto descendidas, ampliando aún más las brechas que el sistema educativo arrastra hace décadas.
En nuestro gobierno los niños, niñas y adolescentes son la prioridad. Son el centro de nuestro quehacer. Y por ello nos hemos volcado en elaborar herramientas e implementar estrategias que permitan recuperar los aprendizajes y reforzar los vínculos al interior de las comunidades educativas, considerando, además, la necesidad urgente de alcanzar una transformación educativa que permita dar respuesta a los desafíos del siglo XXI.
En este marco se han establecido líneas de acción, a través del Plan de Reactivación Educativa, que, basadas en evidencias, permiten fortalecer de manera integral los procesos educativos de alumnos y alumnas. Una de estas iniciativas es el Plan Nacional de Tutorías, el que busca reforzar y profundizar ciertos aprendizajes, especialmente los relacionados a la lectura, escritura y comunicación en estudiantes de primer ciclo de educación básica, considerando que estas habilidades son claves para la adquisición de conocimientos más complejos.
Para su implementación, el Plan trabajará bajo dos modalidades, tutorías a cargo de estudiantes de pedagogía y disciplinas afines, comprometiendo a las instituciones de educación superior a brindar herramientas a sus profesionales en formación para que puedan desarrollar un acompañamiento que permita reforzar las habilidades de lectura y escritura en estudiantes de educación básica y favorecer la permanencia los niños y niñas en el sistema educativo, y las tutorías comunitarias, a cargo de voluntarias y voluntarios, quienes deberán participar en instancias formativas para poder realizar este acompañamiento a alumnos y alumnas de 2° a 4° básico.
Esta estrategia viene entonces a contribuir en la labor insustituible de profesoras y profesores. En ningún caso su realización reemplaza el rol de los y las docentes ni tampoco suplen las clases; se traduce en brindar un apoyo personalizado a los y las estudiantes para la adquisición de habilidades fundamentales para su aprendizaje y desarrollo.
Del mismo modo, el Plan Nacional de Tutorías concibe al aprendizaje como una construcción colectiva, y por lo tanto social, donde se relevan las relaciones, interacciones y vínculos permitiendo fortalecer el bienestar socioemocional de los niños, niñas y adolescentes. La ejecución de este tipo de acciones, que involucran una mayor participación ciudadana, son clave para entender que los procesos de colaboración también deben reconocerse como una meta del aprendizaje.
Hoy queremos hacer un llamado a la región de Valparaíso a sumarse a este Plan como voluntario y voluntaria para trabajar juntos, de manera colaborativa y comprometida, por los y las estudiantes del país.
La educación es una tarea colectiva.