Un Nuevo Modelo de Desarrollo es uno de los principales ejes de la campaña y programa de gobierno de nuestro presidente Gabriel Boric, promesa que volteó los ojos del mundo de la economía nuevamente a nuestra larga y angosta faja de tierra. Entre ellas la del economista, premio Nobel y profesor de la Universidad de Columbia Joseph Stiglitz, quién nos visitó recientemente y quien señaló en una columna del The New York Times que “este bien podría ser un cambio de dirección para el desarrollo de Chile y probablemente del mundo”.
¿Por qué un premio Nobel se atreve a tal aseveración? Para esto hay que recordar que Chile es la cuna del modelo neoliberal el que dicho sea de paso dio pie a un acelerado crecimiento económico en las décadas de los 80’ y 90’, esto incluso nos envalentonó al punto de creernos los “jaguares de Latinoamérica”.
No obstante, en los últimos diez años hemos visto un estancamiento de nuestro crecimiento económico, poniendo un alto al “milagro chileno”. La insistencia en la aplicación de este modelo generó un marco de desigualdad y malestar ciudadano que explica buena parte de los motivos que derivaron en el estallido social del 18 de octubre de 2019. Esto por parte de un duopolio político que transitaba cada 4 años entre políticas públicas orientadas al emprendedor por un lado y por otro a ciertos sectores productivos sin mantener consistencia en los esfuerzos.
Hoy a nueve meses de asumido este gobierno transformador, tenemos el deber de explicar a la ciudadanía a que nos referimos con “nuevo”, pero antes de eso es necesario dejar en claro que lo nuevo de este modelo no se construye echando por la borda lo “antiguo”. Sino que, todo lo contrario, construye sobre las experiencias del pasado dirigiendo con decisión y profunda convicción lo que ya hemos aprendido para alcanzar la sostenibilidad, entendida cómo el correcto balance entre lo ambiental, social y económico.
Para esto, ponemos al centro las Políticas Orientadas por Misión y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, buscando la articulación del estado e intentando eliminar su lógica de silos. El mejor ejemplo a la fecha de esta aproximación es el impulso a la industria del hidrógeno verde que hoy se trabaja desde una mesa interministerial que articula los esfuerzos del Ministerio de Economía + Corfo Los Lagos , el Ministerio de Ciencia Tecnología Conocimiento e Innovación, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Energía.
Es así como la promesa sigue en pie, Chile será la cuna y tumba del modelo neoliberal, para dar paso a un Modelo de Desarrollo Sostenible que nos permita enfrentar los desafíos de un mundo de más de 8.000 millones de personas, que ha excedido su capacidad de carga y así de regenerar las condiciones que necesitamos para vivir, derivando en un cambio climático que a estas alturas es innegable entre otras consecuencias.
Esto lo lograremos mediante la descarbonización de la matriz energética, la implementación de la Economía Circular, el fortalecimiento del Cooperativismo y el advenimiento de un estado que con decisión brinda apoyo a la innovación, emprendimiento y diversificación productiva con foco sostenible, fortaleciendo y haciendo uso del conocimiento y la creatividad para lograr una mejor calidad de vida para todas y todos.