+NOTICIAS.- Juan Pablo Reyes, lingüista de la Universidad de Playa Ancha, advierte que conflicto provocado por Rusia en Ucrania generará una presencia mayor de eslavismos en las lenguas del mundo.
REGIÓN DE VALPARAÍSO, VALPARAÍSO.- Vodka, corbata, esclavo o mazurka, son solo algunas de las palabras de origen eslavo que se utilizan en la lengua española. Por ello, a pesar de que hay mares y culturas que nos diferencian, el lenguaje no tiene fronteras ni distancias. En este contexto, es probable que el surgimiento de la guerra entre Europa del Oeste y Rusia, por la invasión a Ucrania, generará una presencia mayor de eslavismos en las lenguas del mundo.
Así lo plantea el doctor Juan pablo Reyes, lingüista de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), quien sostiene que los expertos romanistas están muy atentos a las consecuencias que esta guerra podría generar por los eslavismos que surgen, que se adopten y asimilan en la lengua española. A su vez, los lingüistas revisan los hispanismos que ingresan a las lenguas eslavas, especialmente al ruso.
“Aunque sorprenda, la guerra también puede tener alcances en la forma en que hablamos. Y es que esta diáspora de palabras revela, a su vez, los factores por los cuales esas palabras ingresaron a nuestra lengua de manera directa o indirecta, en distintos momentos de la historia. Además, conocemos algo de su toponimia, también, ciertos nombres de escritores rusos y una que otra de sus obras. Lo mismo, respecto de los músicos y sus potentes expresiones sinfónicas. El ballet y sus gimnastas”, dijo Reyes, quien agregó que, en menor escala, también conocimos el cine producido por Estados Unidos y Europa, pero ambientada en Rusia, como es el caso del Dr. Zhivago.
OCCIDENTAL, MERIDIONAL Y BIELORRUSA
¿De qué tipo de lenguas hablamos? De las lenguas eslavas, que pertenecen a una familia integrada por tres grupos principales: el occidental, compuesto por el checo, el eslovaco, el esloveno, el servo, el croata; el grupo meridional, que lo forman la lengua macedónica, el búlgaro, y el grupo de las lenguas del Este, cuyas lenguas principales son la rusa, la ucraniana; y la bielorrusa. Casi todas ellas utilizan el alfabeto cirílico que deriva del glagolítico y éste, del griego.
Otro aspecto que llama la atención al doctor Reyes es que a los eslavos, en general, no le son ajenas las lenguas como el alemán, el español y el inglés, pues los habitantes de este sector del mundo hablan más de un idioma, lo que también ha quedado confirmado en las distintas entrevistas que se han transmitido en los distintos medios de comunicación.
“Este multilingüismo se comprueba porque muchas víctimas ucranianas sabían, a lo menos, dos lenguas. Además, hemos visto en televisión la cantidad de traductores polacos, rusos y ucraniano, que están trabajando para los medios de comunicación extranjeros, porque muchos de los periodistas de la televisión occidental, que cubrían la guerra desde el campo de batalla y las fronteras, solo sabían inglés, español o alemán. Se repite esta situación, con las principales figuras y líderes y lideresas de Francia, Alemania y la Unión Europea, a diferencia del presidente de Rusia, que sabe tres idiomas ruso, inglés y alemán y ambos alfabetos”, dijo el académico, quien sostuvo que generará una presencia mayor de eslavismos en las lenguas del mundo. Pero eso no es todo, pues además, las lenguas eslavas y puntualmente la zona en conflicto, resulta ser la cuna de muchas de las lenguas europeas no conquistada por los latinos.
PALABRA DE ORIGEN ESLAVO
En la actualidad, y sin mayor conciencia de ello, utilizamos varias palabras de origen eslavo, tales como matriuzka, vodka, corbata, esclavo, mazurka y perestroika, así como también algunos topónimos y patronímicos, y ciertos nombres de ideologías, tales como trotskismo, estalinismo, leninismo, que se suman a palabras como progrom, robot, samoiedo, vampiro y zar, entre otras.
En síntesis, Reyes enfatizó que somos un mundo donde la migración forzada o el desplazamiento por guerra nos obliga a la construcción de sociedades interculturales, plurinacionales y plurilingües, sin prohibición ni imposición de lenguas. Para esto -dijo el especialista, se necesita también de políticas lingüísticas que defiendan el derecho humano a hablar la lengua materna y respetar, difundir y proteger todas las lenguas del mundo.