El 8 de marzo de 1857 en Nueva York, se desarrolló la primera protesta por malas condiciones laborales para las mujeres. Este hecho y sus consecuencias fatales inauguran la necesidad de abordar la experiencia de las mujeres en el trabajo y sus derechos laborales. En poco tiempo, en distintas ciudades del mundo se aborda la problemática y, con ello, los derechos de las mujeres en distintos ámbitos de la vida social y privada.
Una de estas problemáticas ha sido la falta de reconocimiento de la igualdad intelectual en la generación de conocimiento, tanto en la academia como en la creación artística, también dentro y fuera del aula. Por ello, abordar la temática de equidad de género en la institución universitaria, resulta un objetivo fundamental en la tarea de impulsar agendas que permitan transversalizar una perspectiva de género, desarrollando, por una parte, nuevas políticas internas y, por otra, buscando mejorar las condiciones de quienes integran la comunidad desde un rol activo.
Si bien se han observado avances en el ingreso de las mujeres a la educación formal en todos los niveles – según la UNESCO ha sobrepasado el 54%- aún observamos brechas que derivan del ámbito académico. Las mujeres en STEM actualmente tienen una escasa participación que, según el Foro Económico Mundial es de alrededor de un 30%. En Chile hoy, los procesos de transversalización de la perspectiva de género en la academia es tarea continua.
Según el Observatorio de Equidad de Género del MINEDUC al 2020, el 70% de las universidades contaba con un departamento o unidad de equidad de género; 5 estaban dirigidas por rectorías femeninas y el 93% de las casas de estudios superiores cuentan con protocolos para casos de acoso sexual, discriminación y violencia de género. Estos avances han sido precedentes para la promulgada Ley 21.369 que regula el Acoso Sexual, la Violencia y la Discriminación de Género en el Ámbito de la Educación Superior. Actualmente también se cuenta con una Política nacional de igualdad de género en ciencia, tecnología, conocimiento e información, “50/50 para el 2030”, que tiene como objetivo acortar el tiempo extendido para el alcance de la igualdad de género en ciencia y tecnología en nuestro país.
Con este mismo tenor, el proyecto InES para la Equidad de Género en I+D+i+e, recientemente lanzado en la Universidad Técnica Federico Santa María, busca desarrollar y aplicar capacidades institucionales para la ejecución de un plan de desarrollo que permita disminuir las brechas de género en los ámbitos de la investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento de base científica tecnológica, para así mejorar su contribución al bienestar de la sociedad a partir del conocimiento basado en una participación equitativa de mujeres y hombres.